Editorial LA REPUBLICA
Viernes,
Octubre 23, 2015
Por estos candidatos no hay que votar
Pasado mañana se elegirán los alcaldes, gobernadores, concejales y
diputados que determinarán los destinos de los municipios y departamentos desde
el 1 de enero de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2019. Es una elección crucial
para el futuro de Colombia, pues el país no puede seguir cometiendo los mismos
errores de siempre de seleccionar mal a sus gobernantes y tener que quejarse
por cuatro largos años.
Hay un tipo de candidato que se debe identificar plenamente y no votar
por él. Lo primero que se debe mirar es su hoja de vida. No vote por aspirantes
sin experiencia en cargos públicos o privados. Mire bien los estudios
realizados, que sea una persona formada intelectualmente y que demuestre estar
preparado para gobernar o para representar sus intereses. Es como escoger un
empleado idóneo para un cargo de responsabilidad.
Lo segundo que tiene que analizar es el tipo de promesa y de compromiso
que ha adquirido durante la campaña. Hay candidatos que han prometido
verdaderas irresponsabilidades financieras, pues las arcas municipales o de las
gobernaciones no tienen el dinero para semejantes obras faraónicas. Incluso hay
unos candidatos más experimentados (que por lo general repiten) que no prometen
nada ni dicen nada, solo palabras etéreas que no comunican. Un tercer elemento
presente son sus compromisos con financiadores oscuros. Esos son los peores
porque llegan a trabajar para unos jefes ocultos, por lo general contratistas,
que les capturan su agenda de obras públicas. El elector debe mirar en la
abundante información en los diarios impresos, en las páginas de Internet y
programas de radio y televisión, quiénes son los patrocinadores de ciertos
aspirantes para que se aleje de ellos, pues detrás de esa campaña hay intereses
subyacentes.
Está claro que no se debe votar por candidatos populistas que insultan
la inteligencia de los electores. Esos que hablan de bajar tarifas de servicios
públicos, cuando esa decisión no depende de ellos; esos que se comprometen con
subsidios nacionales; esos que dicen edificar hospitales, colegios y
universidades sin conocer siquiera la lista patrimonial del municipio que
desean gobernar. Tampoco debe votar por esos candidatos que se pasean de
partido en partido y que nunca han hecho nada en los cargos que han ocupado.
Y por supuesto, no debe votar, por esos candidatos que tienen
investigaciones por corrupción y que campean en las encuestas.El peor flagelo
de Colombia es la corrupción, una suerte de cáncer social que involucra
especialmente a muchos políticos que este domingo aspiran a volver a gobernar o
a acceder a un cargo público. Vote con responsabilidad, con conocimiento, que
hay buenos aspirantes.